← Back to portfolio
Published on

¿Por qué ser optimistas frente a la crisis climática?

Algunos científicos dicen que estamos viviendo la sexta extinción masiva, y definitivamente no es una apreciación exagerada si nos basamos en las consecuencias de la crisis climática que hoy nos golpean.

Los años más calientes de la historia de la humanidad han sido los últimos cinco. Tanto así que el calor adicional atrapado en la Tierra por la acción humana es el mismo calor que emanan 600 mil bombas atómicas de Hiroshima explotando cada 24 horas, los 365 días del año —hoy 600 mil bombas, mañana 600 mil bombas, y así todos los días—.

En muchísimos lugares del mundo se están rompiendo récords de la cantidad de agua que llueve. Los aguaceros e inundaciones hoy ocurren 4 veces más frecuentes que en 1980. En Pensacola, Florida, el huracán Sally hizo llover en 4 horas la misma cantidad de agua que llueve en 4 meses. De manera similar, en Senegal, el 8 de septiembre de 2020 llovió la misma cantidad de agua que debió llover en toda una época lluviosa anual. En algunos lugares de la India el mar se ha adentrado a la Tierra 180 metros por año y más de 1 millón de personas han tenido que migrar. En ese mismo país, en julio de 2020, murieron 742 personas debido a las intensas lluvias. Por lo menos un cuarto de todo Bangladesh se inundó el Julio de 2020.

Al igual que el exceso de agua, la falta de agua también rompió récords mundiales. En Siria, ocurrió la peor sequía registrada de todo el Mediterráneo, donde se perdió el 60 % de los cultivos, murió el 80 % de las cabezas de ganado y obligó a migrar a 1.5 millones de personas. Los récords de incendios forestales se están rompiendo en muchas partes del mundo. En California, cinco de los seis incendios forestales más fuertes registrados ocurrieron este año, que además aumentaron un 500 % en comparación con 1972.

Imágenes satelitales de la sequía a causa del cambio climático en un municipio en Centroamérica. Las fotografías fueron tomadas en junio de 2018 (izquierda) y dos meses después en agosto de 2018 (derecha).

En el norte de África, 73 millones de personas son vulnerables a morir de inanición debido a la sequía y la pérdida de cultivos. De hecho, en esa misma región, ya hay territorios declarados inhabitables. Incluso, si continuamos como si nada pasara, para 2070 partes del Caribe colombiano, todos los llanos orientales y toda la Amazonía colombiana serán categorizadas como zonas inhabitables, es decir, una región en la que ya los cultivos usuales no pueden crecer debido al calor y su población debe migrar para no morir de hambre. 

Estas zonas tendrían la misma temperatura anual promedio que hoy tiene el desierto del Sahara —mayor o igual a 29°C—.

Zonas
Mapa de las zonas “inhabitables” del planeta tomado del artículo Future of the human climate niche. En negro completo se muestran las regiones que hoy son consideradas inhabitables. En negro discontinuo las regiones que serían “inhabitables” para el 2070.

La mitad de todas las especies de seres vivos del planeta están amenazadas. La crisis climática causa desequilibrios en los ecosistemas naturales e incrementa las enfermedades contagiosas como la enfermedad de Chagas, el dengue, y uno que otro virus pandémico; en promedio, cada año emergen 5 nuevas enfermedades infeccionas. Esta año fue el COVID-19, ¿qué será el otro año?

Pero todo esto no es motivo para tirar la toalla. Hay varias razones para sentirse optimista. ¿Por qué?

Tenemos las soluciones a nuestro alcance y la revolución energética está llegando con una sorprendente e inesperada velocidad.

La energía eólica es uno de los protagonistas de esta revolución. El viento puede producir 40 veces más energía que la que todo el planeta necesita para funcionar. En el año 2000 el ser humano se propuso la meta de tener la capacidad de generar en todo el mundo al menos 30 GW de energía eólica para 2010; hoy tenemos 22 veces más energía eólica de lo que se esperaba. De igual manera, los costos de la energía eólica han bajado casi tan aceleradamente como ha subido su frecuencia de uso.

Con la energía solar, segundo protagonista de esta revolución, ocurre un fenómeno similar. La energía solar que llega a la Tierra en una hora es suficiente para satisfacer la demanda de energía de todo el planeta por un año entero. En el año 2000 el mundo pretendía añadir 1 GW cada año para 2010; hoy tenemos 121 veces más energía solar de la esperada. Igual que la energía eólica, los costos han bajado y su uso ha aumentado aceleradamente, de tal manera que se encuentran casos como el de Australia, en donde uno de cada cinco hogares tiene paneles solares. India y otros países extremadamente contaminantes están instalando paneles solares que producen energía mucho más barata que la que proviene de combustibles fósiles —India planea pasar de los 40 GW de energía solar que tenía en 2017 a 450GW para 2030—.

En 2019 se invirtió en energía renovable 4 veces más que en energía de combustibles fósiles. En el mismo año, 70 % de las nuevas fuentes de energía de Estados Unidos y 52 % de las de China, provino de energía renovable. Plantas de energía fósil en todo el mundo están cerrando, pues no pueden competir con las energías renovables. Navroz Dubash, investigador hindú en cambio climático, afirmó: “uno tiene que ser bastante valiente para invertir en industrias fósiles actualmente”.

En 2014, las energías renovables eran más baratas que los combustibles fósiles en solo 1% del mundo. Para 2019, son más baratas en dos tercios del mundo. De la misma manera, se predice que para 2024 las energías renovables sean la fuente de energía más barata en todo el mundo, por lo que no tendría sentido económico continuar con negocios fósiles.

Es sorprendente “cómo las propuestas de energías renovables están derrotando al gas natural, nadie se esperaba esto”, afirmó Joe Hamrock, CEO de la compañía de servicios públicos de Indiana, Estados Unidos.

Los automóviles a gasolina son uno de los mayores emisores de gases contaminantes del mundo, la primer causa de emisión en Estados Unidos. Sin embargo, la venta de medios de transporte eléctrico no contaminante se hace cada vez más popular y sus costos se reducen cada vez más. Se estima que para 2022, en Europa y en Estados Unidos, los automóviles eléctricos igualen en precio a los de gasolina. Varios países del mundo están emitiendo leyes para gradualmente eliminar los vehículos a gasolina. Por ejemplo, el gobernador de California anunció hace poco que después del año 2025 será ilegal comprar vehículos a gasolina. Además, se estima que la mitad de los buses del mundo serán eléctricos en el año 2025.

Más de 260 compañías globales de alto impacto se han comprometido a solo usar energías renovables. Algunas de ellas son Microsoft, Coca-Cola, Dell, eBay, Google, Facebook, Hewlett-Packard, Bimbo, H&M, Johnson&Johnson, LEGO, Kellogg’s, Mastercard, Nike, NewBalance, Nestlé, Sony, Starbucks y Visa.

En 2015, mediante los Acuerdos de París, todos los países del mundo acordaron alcanzar la meta de no emitir gases de efecto invernadero para la mitad del siglo. El actual y no por mucho presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que iba a retirar a su país de estos acuerdos. Sin embargo, no puede realizarlo legalmente sino hasta después de las elecciones. El nuevo presidente electo, en caso de que sea el demócrata Joe Biden, tiene 30 días después de su posesión para objetar esta petición y dejar a Estados Unidos donde debe estar: asociado a los Acuerdos de París. 

Debemos ejercer presión

Esta revolución climática se caracteriza por la gran participación de los jóvenes del mundo. Los jóvenes han sido la influencia principal en todas las revoluciones del pasado que lograron triunfos que hoy disfrutamos: la lucha por los derechos LGBTI, por la abolición de la esclavitud, por el voto femenino, o por los derechos civiles básicos, por la igualdad racial, entre muchos otros. Incluso, recientemente y por la iniciativa juvenil de los últimos meses, se anunció el cambio de la Constitución chilena heredada de la dictadura de Pinochet. La revolución climática será una de muchas luchas en la que los jóvenes serán los protagonistas. Estos han sido la principal presión de las personas mayores que hoy gobiernan los países para poner a funcionar las medidas que protegen el medioambiente del futuro, y para que se les tenga en cuenta al momento de tomar decisiones.


Referencias

Gran parte de los datos de este artículo fueron tomados de la exposición de Al Gore, exvicepresidente de Estados Unidos, del evento 24 Hours of Reality: Countdown to the Future, auspiciado por la plataforma Climate Reality el 11 de octubre del 2020.

Xu, C., Kohler, T. A., Lenton, T. M., Svenning, J. C., & Scheffer, M. (2020). Future of the human climate niche. Proceedings of the National Academy of Sciences, 117(21), 11350-11355.